Rosa María Torres
English: The green, the blue, the red and the pink schools
Esta es una presentación que hice en un taller panafricano en Conakri, Guinea, en 1993. Tiene una historia. Era un taller de UNICEF sobre educación no-formal. Yo debía explicar las diferencias entre formal, no-formal e informal, diferencias que nunca han sido claras ni fáciles de explicar. Después de batallar con las palabras, decidí pasar a los colores. Con ayuda de unas pocas transparencias, cuatro marcadores y un retroproyector improvisé un relato sobre la historia de la educación: las escuelas verdes, las azules, las rojas y las rosadas. ¡Funcionó! La audiencia, entusiasmada, terminó aplaudiendo de pie. Como en un performance. Mi colega de UNICEF, Cyril Dalais, con quien co-coordinaba el taller, me convenció de poner la historia por escrito. Lo hice. Muchos empezaron a llamarle poema. Tuvo gran éxito, sobre todo en Africa. En 2001 la ADEA me invitó a presentarlo en su Bienal en Tanzania. Lo escribí originalmente en inglés. Traducido al español, tiene menos brillo. Al menos, así me parece...
Habían construido y vivido toda su vida con sus escuelas verdes,
verdes como el paisaje y las montañas a los que se habían acostumbrado.
Los niños aprendían a ser niños y a prepararse para la adolescencia,
los adolescentes aprendían a ser adolescentes y a prepararse para la edad adulta,
los adultos aprendían a ser adultos, marido y mujer, padres de familia,
miembros plenos de su grupo y de su comunidad.
Cultivaban el lenguaje del cuerpo,
el arte de observar y tocar,
de escuchar y hablar.
Aprendían en el juego y en el trabajo,
de los cuentos, en la danza,
y del consejo de los viejos.
El currículo era la vida
y aprender un compromiso de por vida.
Y , entonces, un día, los hombres de ojos azules llegaron con sus escuelas azules,
azules como el océano que les había traído allí.
Lectura y escritura
ortografía
matemáticas
ciencia
historia y geografía
materias y deberes
uniformes y horarios
exámenes de respuesta múltiple
pruebas y certificados.
Los niños aprendían a ser adolescentes,
los adolescentes aprendían a hacerse adultos,
los adultos dejaron de aprender
y se olvidaron de seguir aprendiendo.
El saber común pasó a negarse en el aula
jugar, cantar y bailar pasaron a denominarse "actividades extracurriculares"
la palabra escrita fue colocada en un altar
la sabiduría fue declarada propuedad de los profesores y los libros.
Los lazos entre educación y vida
entre escuela y comunidad
se hicieron cada vez más tenues.
Un término sofisticado, "educación informal",
se inventó para nombrar algo tan simple como es el aprendizaje permanente
y aprender para la vida, hasta entonces reino de lo obvio,
pasó a involucrar un complejo proceso de planificación curricular,
búsqueda de relevancia y paquetes de habilidades para la vida.
Las escuelas azules, con su poder azul,
empezaron a desparramarse por todos lados,
como los lagos y los ríos
y pronto alguien empezó a hablar del "Sistema Azul".
Azul pasó a verse como sinónimo de bueno, moderno, avanzado.
Las escuelas verdes fueron desdeñadas y escondidas
detrás de los arbustos verdes, las verdes montañas, la verde selva.
Empezaron a ser llamadas "tradicionales"
y "tradicional" quería decir malo, atrasado, salvaje.
Pronto se hizo evidente que el verde y el azul eran difíciles de mezclar.
Y aunque muchos niños verdes empezaron a asistir a las escuelas azules
y se vieron obligados a aprender en el nuevo idioma azul que no comprendían
nadie pudo impedir que continuaran aprendiendo en sus hogares y comunidades verdes
sus valores verdes y su currículo verde útil para la vida.
C on el tiempo, inevitablemente, con tanto verde dentro y fuera de ellas, las escuelas azules empezaron a lucir un tanto verdes,
un tanto verdosas.
Las escuelas verdes, inevitablemente, también cambiaron
para bien y para mal.
Algunas desaparecieron, otras sobrevivieron,
algunas permanecieron incambiadas, atadas al pasado,
otras evolucionaron con el tiempo, abiertas al presente y al futuro.
E l Sistema Azul, con sus vestimentas formales y sus maneras circunspectas
pronto dejó en evidencia sus desajustes y problemas
y fue necesario inventar nuevas palabras para nombrarlos:
analfabetismo
analfabetismo funcional
repetición
deserción
ineficiencia
mala calidad
bajos resultados de aprendizaje
exclusión
inequidad
Curiosamente,
las escuelas azules
con su larga lista de debilidades y vicios
empezaron a ser llamadas "escuelas tradicionales"...
¡igual que habían llamado una vez a las escuelas verdes!
Y entonces se creó una gran confusión
y nadie pudo entender nada.
A lguien propuso una idea brillante:
¡escuelas rojas!
no-verdes, no-azules:
¡rojas!.
Otro tipo de escuela:
activa
flexible
relevante
centrada en el alumno
orientada a resolver problemas
basada en la comunidad.
Algunos, entusiastamente, fueron incluso más lejos:
¡otro sistema!
¡un Sistema Rojo!
Muchos acogieron la idea
y se dedicaron vehementemente a construir las nuevas escuelas
rojas
no-verdes
no-azules.
Pero al poco tiempo
los innovadores no-azules empezaron a darse cuenta
de que necesitarían construir miles, millones de escuelas rojas.
Y que les tomaría miles, millones de años.
Y que las escuelas verdes y las escuelas azules prestaban poca atención a las escuelas rojas.
Y que las escuelas rojas eran en efecto azules y verdes en muchos sentidos
porque el verde y el azul no eran simplemente colores
sino mentalidades, valores, culturas
largamente enquistados en las mentes y las historias de los pueblos.
Y así renovadores e innovadores llegaron a la conclusión
de que el rojo debía esparcirse por todas partes
no en un Sistema Escolar Rojo por separado
sino en todas las escuelas, verdes y azules,
tomando lo mejor de ambas.
trabajando con niños, jóvenes y adultos
en reuniones comunitarias y asambleas de gobierno,
usando canciones y poemas
documentos formales y tiras cómicas
periódicos y hojas volantes
la televisión y la radio
en el hogar, en el lugar de trabajo, en la iglesia.
H an iniciado la tarea de pintar
y las escuelas rosadas que empiezan a florecer
dejan ver, brillante, un verde azulado en el trasfondo.
* Incluido en inglés en: Education News, Issue 12, UNICEF, New York, April 1995.